Angela Hernández Peg

Ahora, mirando hacia atrás, puedo comprender el sentido de cada experiencia vivida. Hoy sé que habitamos en un mundo moldeado por nuestras creencias, que actuamos de acuerdo a lo que consideramos cierto, y que cada decisión que tomamos va creando nuestra realidad.

Pero no siempre tuve esta claridad. Hubo un tiempo en mi vida en el que me sentía atrapada en un vacío profundo y sin esperanzas. Sentía que, sin importar cuánto hiciera, mi vida no avanzaba. Me quejaba constantemente del lugar donde vivía, creía que había nacido con mala suerte, que estaba con la pareja equivocada, en fin, encontraba motivos para culpar al entorno y a los demás por mi insatisfacción.

Lo que no sabía en ese entonces era que la vida que tenía era el reflejo de los patrones y creencias limitantes que había aprendido en mi infancia, y que, sin darme cuenta, reforzaba con cada decisión y experiencia que vivía.

Hoy, después de un profundo viaje de autoconocimiento, me siento en paz conmigo misma y con mi camino. He comprendido que la clave está en mí. Soy responsable de mi vida y de los resultados que obtengo. Y soy consciente de que, si quiero un cambio real, debo atreverme a hacer cosas diferentes y, sobre todo, cuestionar cada creencia que me limita.

"Todo es posible para el que cree."  Marcos 9:23

Creo firmemente en este versículo, porque si en tu interior piensas que no puedes hacer o ser algo, ni siquiera lo intentarás, y por lo tanto, jamás se manifestará en tu vida. Pero si, por el contrario, crees con todo tu corazón que algo es posible para ti y realmente lo deseas, encontrarás la forma de lograrlo, y sin duda alguna, lo alcanzarás.

No te detengas, conócete, transfórmate y empodérate.